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El merecimiento, clave en el desarrollo personal

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Existen muchas formas de definir el merecimiento yo lo uso como una forma de sentir que mereces la vida. El merecimiento, es un sentimiento que no todos los seres disponemos.

El merecimiento, clave en el desarrollo personal
Foto: Shary ChavLó

Un sentimiento es la unión de mente y emoción, es como una huella que forma una creencia y todos sabemos que lo que crees creas. En mi vida personal trabaje sobre el merecimiento, por eso quiero que conozcas la importancia de estar atento a que merezco. Que deseo y hacia dónde voy.

Pareciera que merecer algo tiene un dote de vanagloria, y no es así. Sentir que merecemos por dignidad humana es lo que fortalece la autoestima, la seguridad y guía el camino.

Cada uno de nosotros se crea su propia experiencia con las cosas que piensa y las palabras que dice. Las creencias son ideas y pensamientos que aceptamos Aquello que decidimos creer puede expandir y enriquecer nuestro mundo. Cada día puede ser una experiencia emocionante, jubilosa y llena de esperanza, pero también puede dejarnos un saldo de tristeza, limitación y dolor.

Creencias sobre el Merecimiento

A veces no hacemos ningún esfuerzo por crearnos una vida mejor porque creemos que no nos la merecemos. Esta creencia se remonta a las primeras experiencias de nuestra infancia, quizás a los comienzos del aprendizaje del control de esfínteres. O tal vez nos dijeron que no podíamos tener lo que queríamos si no nos terminábamos la comida, o no limpiábamos nuestra habitación o no guardábamos los juguetes. Muchas veces son ideas de otras personas no nuestra propia realidad. Lo que obstaculiza es nuestra falta de disposición para aceptar lo que merezco. Date permiso para aceptar lo bueno, independientemente de que te parezca que no te lo mereces.

Decía el legendario Oscar Wilde: “amarse a sí mismo es el inicio de un viaje que dura toda la vida”

Ejercitando el merecimiento

Las siguientes preguntas. Te ayudarán a entender el poder del merecimiento.

1. ¿Qué es lo que quieres y no tienes? Responde de forma clara y específica.

2. ¿Qué leyes o reglas había en tu casa en cuanto al merecimiento? ¿Qué te decían? ¿«No te lo mereces»? Tus padres, ¿se sentían merecedores? ¿Siempre tenías que ganarte algo para merecerlo? ¿Conseguías ganártelo? ¿Te privaban de cosas cuando hacías algo mal?

3. ¿Te sientes merecedor? ¿Cuál es la imagen que se te ocurre? ¿«¿Más adelante, cuando me lo gane»? ¿«Primero tengo que esforzarme»? ¿Sientes que sirves para algo?

4. ¿Mereces vivir? ¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Te dijeron alguna vez que te merecías la muerte? En caso afirmativo, ¿formaba parte esta afirmación de tu educación religiosa?

5. ¿Para qué tienes que vivir? ¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Qué significado te has creado?

6. ¿Qué es lo que te mereces? “Me merezco el amor y el júbilo y todo lo que es bueno.» ¿O en lo profundo de ti mismo sientes que no te mereces nada? ¿Por qué? ¿De dónde proviene el mensaje? ¿Estás dispuesto a desoírlo?

3 secretos para trabajar el merecimiento

1. Tú eres tú mejor activo

Tenemos una sola vida y está en tus manos aprovecharla al máximo. Tú eres tu mejor activo y tu mayor tesoro, y debes darte el cuidado e importancia que te mereces. No te pospongas, incorpora hábitos saludables cada día, que se enfoquen en tu bienestar. Incorpora hábitos simples, en los que te tomes al menos diez o quince minutos al día para cuidarte

 2. Aprende a mimarte

Tomarte a conciencia un tiempo dedicado a ti, para mimarte y demostrarte cuanto te quieres y te respetas. Una simple meditación en las mañanas, ejercicios de estiramiento, una mascarilla refrescante por las noches o un baño de sales aromáticas, pueden ser experiencias cotidianas que sumen mucho a tu bienestar. No tengas miedo de invertir en ti, tiempo, dinero y energía. si eso te aporta bienestar y felicidad, harás también a los demás más felices. Se trata de usar tu tiempo en hacer actividades que te cuiden, que te relajen. Saber que uno es importante ahora hay que sentirlo a través de actividades sencillas que ayudarán a revitalizar tu autoestima cada día.

3. Vuelve a tus hobbys

Quizás recuerdes en los años de tu juventud, algún hobby o actividad que hayas disfrutado y que has tenido que dejar atrás. ¿Cómo crees que te sentirías si pudieras retomarlo?  Se trata de reconectarte con eso que te gusta tanto. La pintura, el dibujo, clases de escritura o de música, canto, meditación o alguna clase de salsa, kundalini yoga, zumba o ir a caminar. Lo que sea que despierte tu interés y te ayude a disfrutar de un tiempo contigo mismo y haciendo algo que te gusta, será tremendamente positivo. Organizar mejor el tiempo que tienes, para sumar un espacio a tus hobbies y pasiones.

El poder personal se ve afectado por la forma en que percibimos nuestro merecimiento. Los pensamientos se pueden cambiar. En pocas palabras, los Tratamientos son enunciados positivos que se hacen en cualquier situación dada para establecer nuevas pautas de pensamiento y disolver las antiguas, en el libro de Louise Hay “Amate a ti mismo: cambiara tu vida” encontré un tratado de merecimiento que me gustaría compartirlo.

Tratamiento del Merecimiento de Louise Hay

-Soy digno y merecedor de todo lo bueno. No sólo de algo, de un poquito, sino de todo lo bueno.

-Ahora estoy superando todos los pensamientos negativos que me limitan.

-Me libero de las limitaciones impuestas por mis padres. Los amo, y puedo ir más allá de ellos. No respondo a sus opiniones negativas ni a sus creencias restrictivas.

-No estoy atado por ninguno de los miedos ni de los prejuicios de la sociedad en que vivo.

-Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.

-En mi mente gozo de una libertad total.

-Penetro ahora en un nuevo espacio de conciencia, donde estoy dispuesto a verme a mí mismo de una manera diferente.

-Estoy dispuesto a crear ideas nuevas respecto de mí mismo y de mi vida.

-Mi nueva manera de pensar se expresa en experiencias nuevas.

-Ahora sé y afirmo que soy una y la misma cosa con el Próspero Poder del Universo. Por eso, ahora prospero de múltiples maneras. La totalidad de las posibilidades se abre ante mí.

-Me merezco la vida, una vida buena.

-Me merezco el amor: abundancia de amor.

-Me merezco tener buena salud.

-Me merezco vivir cómodamente y prosperar.

-Me merezco la libertad de ser todo aquello que soy capaz de ser.

-Me merezco más que eso: me merezco todo lo bueno.

Acepto esta abundancia de vida con júbilo, placer y gratitud. Porque me la merezco, la acepto y sé que es verdad.

El tiempo que inviertas en ti mismo, en tu bienestar y felicidad, será el mejor de todos. Empieza ahora mismo a trabajar en tu merecimiento, y verás los resultados tanto en el espejo como en tu interior.

Este trabajo lo realizo leyendo, investigando, sacando apuntes de conferencias. Deseo de todo corazón que el camino de la vida no duela tanto. Que puedas agradecer hasta por las desgracias.  “Gracias” debería convertirse en la palabra mágica. 

Si necesitas alguna consulta no dudes en comunicarte, trabajo en acompañamiento personal basado en educación emocional. Posgrado en Educación Emocional y Bienestar Universidad de Barcelona.

Por Verónica García Torrent

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