La naturaleza regaló a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano maravillosas postales. El lunes, alrededor de las 20 horas, nubes de tormentas aisladas con actividad eléctrica -en medio de un cielo despejado y celeste- llamó la atención de varias personas, quienes compartieron las imágenes del fenómeno en redes sociales.
Esto se generó por el paso de un frente frío por la región. El ambiente permaneció cálido y húmedo durante el día, y fue en el atardecer cuando ocurrieron las primeras tormentas en cercanías de La Plata, para moverse rápidamente hacia el Río de la Plata.
Posteriormente, esta área de tormentas desprendió un frente de ráfagas en movimiento al norte que impulsó el desarrollo de nuevas celdas de tormenta muy aisladas sobre el Río de la Plata frente a Buenos Aires, moviéndose hacia el Delta del Paraná.
Esto ocurrió justo para el atardecer, y la postal fue doblemente mágica por el color naranja del sol, escondiéndose en el cuadrante opuesto.