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Se confirmó que provenían de lotes policiales, las balas con las que fue ejecutada la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, quien se convirtió en una mártir de la comunidad LGBT. La activista por los DDHH, una de las más votadas en 2016, había denunciado la violencia de la policía en las favelas de la ciudad.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1521295641294-3a44db0c-3855-7″ include=”163716,163715,163720″][vc_column_text]RÍO DE JANEIRO, BRASIL. La munición con la que mataron a la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, formaba parte de lotes vendidos a la Policía Federal de Brasilia en 2006. Así lo estableció la pericia de la División de Homicidios, según informó este viernes el canal de televisión RJTV.
De acuerdo con el informe, la investigación que realizaron los peritos señala que la Policía Federal de Brasilia compró esas balas a la empresa brasileña CBC el 29 de diciembre de 2006, con las notas fiscales número 220-821 y 220-822.
Marielle Franco, una conocida activista de los derechos humanos y la quinta más votada en las elecciones de 2016 para el Concejo de Río de Janeiro, fue tiroteada cuando transitaba en su vehículo por una calle del centro de la ciudad en la noche del miércoles, tras haber participado en un acto político.
Franco, de 38 años, viajaba en un coche con su conductor y una asesora, cuando otro automóvil se puso a su lado y disparó hasta nueve tiros antes de huir, en pleno centro de la ciudad. La concejala y el chófer, Anderson Pedro Gomes, murieron en el acto, mientras que la asesora sufrió únicamente heridas leves. El asesinato provocó un reguero de reacciones y protestas en todo el país contra una acción que el propio presidente, Michel Temer, calificó de “atentado a la democracia”.
Franco había denunciado los excesos de la policía en las favelas días antes de morir. También se había pronunciado abiertamente en contra de la intervención del Ejército en la seguridad en Río de Janeiro, que cumple un mes.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”3″ grid_id=”vc_gid:1521295439811-cd4a5668-9766-2″ include=”163717,163719,163718,163721″][vc_column_text]
La reacción del gobierno de Temer
El Gobierno insistió el jueves en que mantendrá al Ejército en Río mientras organismos internacionales, como Naciones Unidas, exigieron una investigación “completa, transparente e independiente” sobre las circunstancias de la muerte de Franco.
Horas más tarde de conocida la noticia, el ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raúl Jungmann, salió a justificar el origen de las balas y afirmó que fueron robadas hace unos años a la Policía Federal.
La misma munición también fue usada en una matanza registrada en el estado de Sao Paulo en 2015 en la que fueron asesinadas 17 personas, un crimen por el que ya fueron condenados tres policías y un guardia civil.
De acuerdo con Jungmann, pese a que formaba parte de un lote vendido a la Policía Federal, la munición usada en los dos crímenes fue robada en un asalto a una Agencia de los Correos en el estado de Paraíba (nordeste) unos “años atrás”.
“La Policía Federal ya abrió más de 50 investigaciones por esa munición desviada. Por eso yo creo que esas cápsulas encontradas en la escena del crimen fueron efectivamente robadas”, dijo el ministro en declaraciones a periodistas.
La misma munición “está relacionada a la matanza de Osasco”, agregó el funcionario al confirmar que fue usada en la matanza cometida por policías en Sao Paulo.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]
Ámbito/El País/JMM.
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