El monarca apostó por una “mayor democratización de las instituciones” europeas y la “consolidación de la democracia y del Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos” en Iberoamérica.
El ausente fue el presidente español Pedro Sánchez porque estar de viaje.
En América
La situación de Venezuela, Bolivia, Chile o Brasil no pasa desapercibida y el rey se refirió de manera implícita: “En un contexto regional sacudido por diversas crisis de índole política y socioeconómica, la Comunidad Iberoamericana debe reafirmar su apuesta decidida por la consolidación de la democracia y el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos y las libertades individuales, como señas irrenunciables de nuestra identidad y garantes de nuestro progreso y estabilidad”.