MADRID. Cientos de miles de personas participaron este domingo en varias manifestaciones en España, la principal de ellas en Madrid, en defensa del sistema público de salud afectado desde hace meses por falta de personal y recursos.
Según TN, en la capital española, según datos oficiales, unas 250.000 personas asistieron a una movilización convocada por 74 entidades sociales y apoyada ampliamente por sindicatos y partidos de izquierda. De acuerdo con los organizadores, hubo un millón de personas participando de la protesta.
Los manifestantes se concentraron en distintos puntos de la ciudad y confluyeron ante la municipalidad con la consigna “La salud no se vende, se defiende”, reportó AFP. A través de un manifiesto, los convocantes a la marcha denunciaron que la “política del gobierno conservador (Partido Popular)” de la región madrileña está dirigida “a garantizar los beneficios de empresas y ‘lobbies’ sanitarios, en lugar de estar enfocada al cuidado de todas las personas y a garantizar nuestro derecho a la salud”.
Esta marcha, que fue masiva, es la tercera movilización de gran envergadura en menos de tres meses en la capital española, después de dos protestas, la primera el 13 de noviembre y una segunda el 15 de enero. En Madrid, parte de los médicos del sistema público están en huelga indefinida desde el 21 de noviembre para reclamar mejores condiciones de trabajo, una menor carga de pacientes y aumentos salariales.
Según los manifestantes hay un deterioro manifiesto del sistema de salud bajo el gobierno del PP
El descontento con las carencias del sistema de salud afecta a varias regiones de España. Pero es en Madrid, donde gobierna el Partido Popular, donde el movimiento de protesta es más fuerte. Los manifestantes pidieron la derogación de las leyes que permiten la privatización sanitaria, así como un aumento de las plantillas con contratos “dignos y estables”, según la denuncia.
Aseguraron que el “deterioro” del sistema sanitario madrileño ha crecido de “forma exponencial” durante los últimos meses. Y enumeraron los puntos que muestran la destrucción del sistema sanitario: aumento de vacantes laborales no cubiertas, precarización de los servicios de atención primaria, como las urgencias, y déficit de infraestructuras sanitarias.
La protesta se extendió por varias ciudades españolas, tales como Santiago de Compostela, capital de Galicia, y Burgos, en la región autónoma de Castilla y León.
