BUENOS AIRES. El bloque de Martín Lousteau consideró que el Proyecto de Ley de Presupuesto de Guzmán “pierde fundamento” al subestimar la inflación y al no estar en línea con lo que se acordará con el Fondo Monetario Internacional. “Votar un presupuesto supeditado a un acuerdo con el FMI que requiera cambiar el rumbo del mismo, resulta algo contradictorio”, dijeron los representantes del bloque UCR – Evolución en su análisis del proyecto del Presupuesto 2022.
De acuerdo a sus proyecciones, lejos del 33% de inflación que proyectó Guzmán, los precios subirán más cerca del 60%. Eso genera una brecha entre la recaudación nominal proyectada y la real del orden de los 3 billones de pesos o 4,3 puntos del PBI. De los cuales solo el 35% irá a las provincias o el fondo para ATN y 2 billones de pesos o 2,8 puntos del PBI quedarían para el ajuste de partidas de forma discrecional por parte del Gobierno nacional.
“El año pasado nos dijo, Ministro, que la inflación iba a ser del 29%, y está arriba del 50% interanual. ¿Por qué no podemos utilizar otros parámetros para determinar las proyecciones en el presupuesto? Y ¿por qué le debemos creer esta vez?, siendo que no se cumplió ni de cerca las proyecciones que realizó este último año”, le planteó el puntano Alejandro Cacace a Guzmán, durante la defensa del Proyecto de Ley de Presupuesto este lunes en el Congreso.
Un Presupuesto “con gusto a poco”
Según LPO, los integrantes del bloque de Lousteau consideraron que se trata de un Presupuesto “con gusto a poco”, no solo porque la pauta inflacionaria distorsiona la credibilidad del resto de los números, sino porque el hecho de reservarse superpoderes para alterar partidas presupuestarias por DNU le resta credibilidad a los plasmado el el Presupuesto.
Entre otras críticas, cuestionaron que el Proyecto de Ley no contiene un Programa Financiero que lo acompañe y explique cómo se va a financiar el Tesoro ni contempla un ajuste del gasto en términos reales habida cuenta de los abultados vencimientos que el país deberá enfrentar a partir de 2024 y que deberán ser atendidos con superávit fiscal. “La convergencia fiscal (ajuste) es prácticamente nula en un país que enfrenta grandes vencimientos de deuda hacia 2024”, concluyeron.
A su vez, para el bloque, es poco creíble que el crecimiento de la economía se sostenga en los valores que plantea Guzmán (4% anual), habida cuenta de que la mitad del 10% que la economía rebotará este año será por arrastre estadístico.
En consecuencia, la recuperación de los salarios que postuló el ministro es poco probable. A menos que vaya acompañada de un nuevo atraso cambiario “y quizás tarifario en desmedro del balance fiscal y comercial”, siempre y cuando esto tenga el “visto bueno del FMI”.
Otro punto importante es que la deuda del Banco Central por las Leliqs y los pases asciende a $4,2 billones y viene creciendo a una tasa del 45% por año. Por ende, de acuerdo a las estimaciones de los radicales, “será necesaria una inflación del 63% en 2022 para que el ratio deuda/PBI del BCRA no crezca”.