BUENOS AIRES. El Gobierno presentó el presupuesto 2.022, que ingresó en la medianoche del miércoles en el Parlamento, en medio de la crisis política que sacude el Gobierno tras el traspié en las elecciones primarias y que se materializó con la renuncia de los ministros afines al kirchnerismo. El proyecto contempla que, en 2.022, la economía crecerá 4 por ciento, la inflación alcanzará al 33 por ciento y el dólar se ubicará en 131,10 pesos.
También estima que el déficit fiscal rondará el 3,3 por ciento del PBI, el consumo privado crecerá 4,6 por ciento y la inversión, 3,1 por ciento. Con respecto al comercio exterior, se estima una suba del 7,5 por ciento en las exportaciones y del 9,4 por ciento en las importaciones. Por su parte, en materia de recaudación fiscal, el Presupuesto 2022 contempla ingresos totales por 15,7 billones de pesos, un 45,3 por ciento por encima de los 10,7 billones de pesos que se esperan para 2021.
Fuentes del Ministerio de Economía declararon que entre los fundamentos del texto está la doble recuperación ante “la doble crisis” marcada por la crisis “macro agravada por la deuda insostenible”, y la sumatoria de la crisis sanitaria.
El detalle del texto prevé también un crecimiento del 4 por ciento del salario real, un déficit primario del 3,3 por ciento y un déficit financiero del 4,9 por ciento. Por otra parte, el gasto público aumentará del 2,3 por ciento a un 2,4 por ciento, según el proyecto elaborado por el Palacio de Hacienda.
Con respecto a la fuente de financiamiento, para el año próximo se aguarda una emisión de 1,8 por ciento ($1,08 billones); fondos de organismos 1,1 por ciento ($681.849 millones) y títulos públicos por 2 por ciento del PBI ($1,2 billones). También están contemplados los subsidios a las tarifas de servicios públicos: alcanzarán al 1,8 por ciento del PBI, que podría reducirse en un 0,3 por ciento una vez que se implemente el esquema de segmentación tarifaria, que está elaborando el Ministerio de Economía.
Otro punto significativo del proyecto es que durante 2.022 no habrá pagos de capital al Fondo Monetario Internacional.
