[vc_row][vc_column][vc_column_text]Irán a la marcha del martes, pero mantendrán los servicios y quieren que sólo hable el triunvirato de la CGT. Pero Juan Carlos Schmid, uno de los dirigentes del triunvirato que conduce a la central sindical, dijo que no habrá molinetes para que no se sumen los K.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1488729486662-caf9ba73-0a81-2″ include=”93719,93720,93721″][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL. Los sindicatos que integran la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) ratificaron que se adhieren a la marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT), pero aclararon que no habrá paro y exigieron restringir la presencia en el escenario.

“Que al acto del martes sólo suba al escenario el Consejo directivo de la CGT ya que la misma es promotora a la convocatoria a la marcha del #7M”, fue el planteo que los más de 30 gremios de la CATT le hicieron a su presidente Juan Carlos Schmid, también uno de los miembros del triunvirato que controla la central obrera.

Fue durante una reunión que la propia confederación difundió en un comunicado, donde confirmaron que el martes se concentrarán a las 13 en Piedras e Independencia, para marchar al Ministerio de Producción, donde los gremios industriales repudiarán los despidos en las fábricas. En la reunión también dejaron claro que no cortarán el funcionamiento del transporte público, que ayudará también a completar la movilización.

Mientras los industriales repudian los despidos y tienen problemas para cerrar las paritarias, el transporte no resiente su actividad pese a la crisis y este año tuvo un aumento salarial extra por la reforma de Ganancias. Es que además de no quedar alcanzados por ese impuesto, la ley benefició a choferes de camiones y colectivos y pilotos aéreos al sumar deducciones sobre viáticos y horas extras en feriados y fines de semana.

Con estos beneficios, la CATT intentó despegarse de los sectores gremiales más radicalizados, con quienes suele comulgar Schmid, que en una entrevista con el diario Perfil dijo que no pondrá “molinetes” para que no se sumen kirchneristas a la marcha. De todos modos, sus pares le exigen que sí los ponga en la escalera hacia al escenario.

“La CGT es una confederación, una organización de tercer grado. Acá hay sindicatos industriales, estatales, privados, de servicios, ligados al comercio exterior y otros vinculados al mercado externo. Unificar estos criterios requiere un esfuerzo y una metodología que es desconocida para muchos que están fuera de la organización sindical”, se excusó Schmid.

(Fuente: La Política Online)[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]