Advierten que Florentín ejerció violencia de género

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Secretario de Gobierno, Fabián Florentín, que figura en el Registro de Alimentantes Morosos, al no aportar a la manutención de su hija, desplegó “violencia económica” hacia su ex pareja. El funcionario salió a negar la deuda, señalando que tiene los recibos que prueban que efectuó los pagos, pero el dinero no aparece y para la justicia está acreditado que incumplió.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1521454833031-c8fdfa6e-2a14-0″ include=”152024,162765″][vc_column_text]POSADAS. El escándalo que involucra a Fabián Florentín, el ex concejal y actual secretario de gobierno, que aparece en el Registro de Alimentantes Morosos, deja muy mal parada a la gestión del alcalde, Joaquín Losada, que no salió a hablar públicamente del hecho. “Que un funcionario figure en el registro de incumplidores es gravísimo”, advirtió la abogada Roxana Rivas, especialista en derecho laboral y asesora legal de la CTA, quien advirtió que el incumplimiento de la cuota alimentaria, es una forma de violencia económica hacia la ex pareja de Florentín

MisionesCuatro reveló que el ex edil (2011-2015) y actual segundo al mando de Losada, figura en el Registro Público de Alimentantes Morosos. La denuncia consta en el Juzgado de Familia Nº2, en la Secretaría Única con el número de expediente 60/52/2008. Tiene más de 10 años y el oficio es del 2007, lo que denota que hubo mucho tiempo como para que Florentín pueda acordar con su ex pareja María Subizar.

El Registro de Alimentantes Morosos es un documento público exhibido en la página oficial del Poder Judicial de la provincia.

Consultado por MisionesCuatro sobre este tema, Florentín intentó escudarse señalando que era un tema privado, a sabiendas de que, siendo un funcionario público, tiene la responsabilidad de esclarecer cualquier denuncia que lo involucre. Y más aún, está obligado a cumplir las normas como cualquier otro ciudadano de a pie.

Luego señaló que “la deuda no existe”. “Cuando fue comunicada esa deuda, ya había sido pagada. Solamente presenté los comprobantes necesarios… hice los depósitos correspondientes… y estoy esperando que el juzgado nro. 2 informe que la deuda ya había sido pagada”, manifestó Florentín.

Ahora bien, Florentín admitió que existió una deuda, la que, de acuerdo con su versión, ya habría pagado al momento de emitirse el oficio judicial. Es decir, Subizar debió recurrir a la justicia para que Florentín se haga cargo de la cuota alimentaria de su hija.

Pero lo cierto es que si efectuó los pagos o su empleador, la municipalidad, realizó los descuentos, las cuotas deberían haber llegado a su ex pareja y la demanda judicial no tendría razón de ser. Tampoco habría oficio judicial. Hasta tanto no se sepa qué pasó con el dinero de las cuotas alimentarias, Florentín continuará en el Registro de Alimentantes Morosos. Para la Justicia está acreditado que la deuda existe.

Consultada por MisionesCuatro, la Dra. Rivas explicó: “Que un padre no cumpla con la cuota alimentaria, tiene muchas veces como trasfondo la violencia económica hacia la mujer, que se queda sola con los hijos cumpliendo con la obligación que es de ambos”, comentó la asesora de la CTA Autónoma.

De hecho, la responsabilidad del progenitor/a que convive con los hijos es mayor, porque no sólo debe hacerse cargo de parte de la manutención económica, sino que también es responsable de la contención y seguridad emocional de los menores.

“Para que haya un incumplimiento de esa naturaleza, tuvo que haber alguien que evitara los descuentos”, remarcó la abogada, apuntando a una complicidad del municipio en no hacer llegar a Subizar, el dinero correspondiente a su hija. Al respecto, Rivas acotó que es una práctica habitual de los morosos alimentarios, acordar con los empleadores maniobras para no cumplir con las cuotas.

“Que un funcionario figure en el registro de incumplidores es gravísimo. No sólo no cumple con la ley sino que su propia ética personal es bastante débil”, subrayó Rivas. Al tiempo que añadió que la deuda en las cuotas alimentarias son “un signo claro de violencia familiar y doméstica, desde la perspectiva de género”.

En cuanto a la defensa esgrimida por Florentín, la abogada sostuvo: “Es difícil ver qué es lo que planteó. En cualquier deuda se le da la posibilidad al ciudadano de demostrar que es real o no”, dijo. Y si se le descontó el dinero de las cuotas de la dieta de Florentín, ese dinero tendría que estar en poder de Subizar. En ese escenario, la situación de la municipalidad sería peor, “porque habrá retenido dinero que no le correspondía”.

“Puede ser que la parte (acreedora, es decir, la ex pareja de Florentín) nunca se haya enterado y no lo retiró. Pero el dinero debería estar en alguna parte si es que Florentín acredita que los descuentos se le hicieron”, planteó la abogada.

Llama la atención el mutismo del alcalde Losada y del propio Florentín, para quienes parece estar evacuada toda duda con las escasas palabras que dijo el funcionario al respecto del tema. No brindó precisiones y el municipio no emitió una declaración pública para que se esclarezca el tema.

En cualquier caso, es evidente que Subizar debió recurrir a la justicia para que Florentín cumpla con su deber como padre. Lo que ya dice mucho de la ética personal del funcionario, cuyo comportamiento parece enmarcarse en actitudes patriarcales que predominan entre los padres abandónicos.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]