Posadas

Preocupan las intrusiones en Barrio Manantial

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Tras el caso de la mujer con tres niños que estaban a la intemperie y denunciaba haber sido desalojada, se conoció que no estaban instalados desde hace meses sino días y que las familias censadas avisaron a los dueños del lote sobre la intrusión. Temen que las intrusiones estén siendo organizadas.

Preocupan las intrusiones en Barrio Manantial

POSADAS. El desgarrador caso de Dalma Cáceres, una madre de tres niños que está en situación de calle y denunció haber sido desalojada de un lote en la chacra 246, del barrio Manantial, dejó al desnudo una vez más, el problema de las intrusiones en un contexto de crisis habitacional en la capital misionera.

Fuentes de MisionesCuatro revelaron que la mujer no estaba instalada en el precario lugar desde hace meses, como ella decía. Según las fuentes, la mujer se instaló entre el sábado y domingo pasados. Al ver la situación, las familias que residen en la zona y están censadas en el Renabap -con posibilidades de obtener terrenos o ser relocalizadas- habrían avisado a los dueños. El Renabap es el Registro Nacional de Barrios Populares.

Estas familias censadas –cuentan las fuentes- temen que esa mujer y sus niños en situación de vulnerabilidad social, sean los primeros de una avanzada de familias que se instalen en el lugar. Obviamente, las familias censadas, con años de residencia, están en estatus legal diferente que las que recién se instalan. De ahí el choque de intereses entre las familias censadas y las familias que “intrusan”. Todo esto en un contexto de altísima demanda habitacional, vulnerabilidad social y pobreza.

Respecto de la orden de desalojo, las fuentes consultadas señalaron que la misma no se dictó porque hubo una denuncia de usurpación “en flagrancia”. Por eso la policía actuó sin esta orden y sin aviso previo.

Este conflicto generó intranquilidad en los residentes y en los propietarios, porque la mujer y sus niños en situación de calle, aparentemente están siendo asesorados por otras personas. Una de ellas sería la hermana de la misma, que no residiría en la zona. No se trataría de una ocupación espontánea.

Por lo pronto, hay tensión en la zona porque podrían instalarse más familias sin techo, en el contexto de una marcada ausencia del Estado. Los propietarios no quieren hablar públicamente sobre el caso porque temen que quienes estarían fogoneando las intrusiones, redoblen la apuesta y se movilicen al lugar.

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