La conformación de una nueva coordinadora fue uno de los principales logros del movimiento. En palabras de Ortiz, “hace ocho días conformamos en la zona una nueva coordinadora que integran pueblos originarios, campesinos, tareferos, organizaciones sociales y el MPL”, lo que resalta la unión de distintos sectores en pos de un objetivo común.

Una de las principales reivindicaciones del MPL es la búsqueda de trabajo genuino y tierras adecuadas para vivir. Según Ortiz, “hay mucha gente que vive de planes. Faltante de tierras donde plantar y vivir. Crecen los asentamientos y como es informal no se puede tener acceso al agua o la luz”. Esta situación genera la necesidad urgente de oportunidades laborales estables y la provisión de tierras para sustentar a estas comunidades.

La educación también es una preocupación central del movimiento. Según Ortiz, el presupuesto destinado a la compra de terrenos para la construcción de escuelas fue insuficiente en los últimos años. “Las tierras se donan o en los asentamientos se deja un lugar para la escuela”, afirmó el Secretario General. Esta falta de inversión en infraestructura educativa ha llevado al cierre de escuelas rurales, lo que contribuye a un alarmante éxodo de población hacia áreas urbanas.

El respeto y la inclusión de los pueblos originarios también son aspectos cruciales para el MPL. Rubén Ortiz manifestó que reclaman “más escuelas y cargos para los pueblos originarios”, enfatizando la necesidad de una educación representativa que valore y resguarde la cultura y tradiciones de estas comunidades.

Otro aspecto abordado durante la entrevista fue la situación nutricional en las escuelas. “Se debe pensar una política nutricional para niños que están 8 horas en las escuelas y otros que están 4 horas. Si creen que con 42 pesos el niño va a comer todo el día, están condenando al hambre y desnutrición a miles de niños misioneros”, advirtió Ortiz, subrayando la importancia de garantizar una alimentación adecuada para los estudiantes.

En la actualidad, el MPL se encuentra llevando a cabo un paro de 48 horas para hacer oír sus reclamos y lograron conseguir el abastecimiento de alimentos para todas las escuelas, un avance significativo para asegurar una nutrición adecuada para los estudiantes.