[vc_row][vc_column][vc_column_text]La adolescente de 18 años fue asesinada el 11 de julio de 2012 en la localidad de Puerto Esperanza. Su madre, Rosa González reclama justicia y sostiene que “funcionarios ligados” al presidente de la Cámara de Representantes “Carlos Rovira” impiden que avance la investigación para resolver el caso.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”116544″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La estudiante Itatí “Tati” Piñeiro tenía 18 años cuando apareció muerta tras haber sido violada. Después de cinco años del aberrante crimen que conmovió a Puerto Esperanza, la investigación judicial del femicidio de Tati no avanza.
Se refuerzan las hipótesis sobre la relación que puede existir entre este asesinato y los llamados “hijos del poder” político en la provincia.
Ante esta situación, Rosa González -madre de la víctima- llegó este martes a la ciudad de Posadas para organizar una conferencia de prensa que realizará el miércoles frente a la Casa de Gobierno con el objetivo de visibilizar la impunidad que rodea al caso.
“La causa está parada. Hay silencio absoluto, es como que ya pasó todo”, se lamentó González en entrevista con MisionesCuatro. “Los funcionarios de Puerto Esperanza que son ligados a Rovira no dejan investigar; silencian y tapan”, advirtió con dolor.
Asimismo relató que existen diversas versiones que circulan en el pueblo acerca del crimen de su hija. Entre ellas, se menciona que pudo haber ocurrido en medio de delitos de “trata de personas o drogas”. Rosa reclama que “la justicia no investiga” ninguno de estos trascendidos.
En el recorrido judicial, la familia Piñeiro cambió tres veces de abogado, hubo inhibición de jueces en el juzgado de Eldorado y la causa se trasladó a tribunales de Iguazú. Ahora esperan la designación de un juez que les permita presentarse como querellantes.
Cabe recordar que en el 2012 fue detenido un muchacho, Hernán Céspedes, quien horas antes de declarar ante el magistrado apareció “suicidado” en una celda de una comisaría. La familia de Tati siempre consideró que fue el entregador, pero no el femicida.
Durante mucho tiempo, se unieron a la familia Céspedes para reclamar justicia en conjunto. Rosa señaló que esa alianza perdió fuerza con los años, pero aseguró que está dispuesta a volver a unirse en un pedido unánime para que ambas muertes sean esclarecidas.
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