OBERÁ. Como en tiempos de Rindfleisch, Capital del Monte hace lo que quiereante un municipio que adopta una actitud pasiva en vez de controlar, y acata en vez de verificar.
La empresa ha ido recortando líneas y frecuencias desde hace un par de semanas con el argumento de que falta gasoil. Y el estado comunal, que es quién debe autorizar a la empresa a realizar modificaciones en el servicio, se entera después. De hecho, el titular de la Inspección General, Guillermo Correa, admitió que “la empresa avisa de los cambios una hora antes y por las redes sociales” (?)
El pedido de aumento pasará ahora a la comisión de Transporte, que lleva meses sin reunirse. Luego deberá convocarse a una audiencia pública. Para terminar siendo sometido a votación en el parlamento obereño.