El álbum se encontraba en pleno proceso de grabación cuando ocurrió la muerte del rapero, en septiembre de 2018. Apenas faltaban unos retoques para la masterización final y para poder realizar un plan de lanzamiento y difusión.
Gracias al proceso avanzado en el que se encontraba el proyecto, meses después de la fatalidad, la familia de Mac Miller anunció que el disco saldría a la luz y al día de hoy se puede escuchar en todas las plataformas de streaming disponibles.