[vc_row][vc_column][vc_column_text]Adelina González es una histórica militante del peronismo obereño. Analizó la realidad de las personas en situación de pobreza en la Capital del Monte.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”105864″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]A diferencia de los candidatos, que recorren los barrios de la ciudad sólo en campaña electoral, Adelina González los camina cotidianamente. Junto a las chicas de Cáritas Diocesana son las únicas que se tutean con la pobreza real. Esa que aparece en boca de algunos cuando pretenden cargos y desaparece de las mismas bocas cuando los consiguen.

En diálogo con Misionescuatro, Adelina dejó una observación más que interesante de cara a los próximos comicios legislativos: “En los barrios de Oberá la gente te dice que es pobre por culpa del Presidente Macri. No ligan para nada su situación con la renovación, que gobierna la provincia y la ciudad hace catorce años. Menos todavía con el kirchnerismo”.

“Yo no sé si se pasan mirando C5N o qué, continúa Adelina, pero cuando querés explicarles que el kirchnerismo gobernó doce años y la renovación está en el poder desde el 2003, se enojan. Y te repiten que son pobres por culpa de Macri. Como si fuera que hasta hace diecisiete meses no eran pobres. Yo no tengo nada que ver con la gente de Macri, soy peronista y milito en Unión Popular, pero tengo que reconocer que la campaña de lavado de cabeza a la renovación y al kirchnerismo les salió muy bien”.

“Fijate que ahora muchos se quejan porque Fernández (por Carlos Fernández, el actual alcalde de Oberá), les hizo muchas promesas en campaña pero ahora no pisa más los barrios. Cosa que es cierta porque a Fernández en los barrios nunca se lo ve. Y de Rindfleisch, el gran responsable de la situación en la que quedó Oberá, ni te hablan”, señaló.

El año pasado González visibilizó a través de Misionescuatro la insostenible situación de precariedad en la que vivía Marta Carballo, una mujer madre de quince hijos y diagnosticada con cáncer de útero en estado terminal. El estado, ausente, se hizo presente luego de la difusión mediática del caso. Para Marta-que vivía en Villa Gunther, uno de los barrios más postergados de Oberá-la atención llegó demasiado tarde. Poco después falleció.

“La municipalidad se ocupa de la gente cuando se quejan en los medios. Eso es un horror. Y encima siempre me pregunto ¿quién los ayuda cuándo las cámaras y los micrófonos ya no están más?”, reflexionó.

“Siempre encuentro gente muy solidaria que nos da una mano, pero yo no soy parte del estado. Ayudo a la gente con lo que puedo conseguir. Pero es la municipalidad la que tiene que mirar lo que pasa y actuar”, remarcó.

Ante la pregunta ¿cómo van a castigar con el voto en las elecciones que se vienen a un partido político que gobierna la ciudad y la provincia hace casi tres lustros si ellos mismos los despegan de la responsabilidad que indudablemente tienen ante tanta postración?, Adelina se manifestó entre esperanzada y escéptica: “Tengo esperanzas de que la gente recapacite y quiera un cambio. Pero…”.

Quienes manejan Oberá hace años y la han marginado gozan de mucha suerte. Mientras buena parte de la población no sabe lo que es vivir en el siglo XXI con agua potable, corriente eléctrica y cloacas y ante cada lluvia copiosa pierden lo poco que tienen, el sufrimiento busca y encuentra responsables únicos a la distancia. A mil treinta kilómetros de distancia.

Walter Anestiades[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_facebook type=”button_count”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]