Desde tempranas horas de la mañana del martes, los asistentes, entre ellos Susana, madre de estudiantes, aguardan la llegada de la supervisora con la resolución oficial. “Esperamos un papel firmado donde destituyan a la directora y a las otras dos personas señaladas”, manifestó Susana, subrayando la urgencia de la situación.

Durante la reunión, se denunciaron diversas problemáticas que aquejan al colegio desde hace años, incluyendo malos tratos, mal manejo de recursos económicos, y un ambiente escolar deteriorado que ha resultado en la deserción de estudiantes. “Es una mala gestión y necesitamos gente que se ocupe de los chicos, de la escuela, atender a los padres, dejar trabajar al centro de estudiantes”, declaró, reflejando la frustración acumulada por la comunidad educativa.

La ausencia de una dirección efectiva ha dejado al colegio “a la deriva”, según expresaron varios participantes. “Nadie quiere agarrar la papa caliente”, añadió Susana, enfatizando la dificultad para encontrar soluciones en medio de una situación tan compleja.

La asamblea también evidenció la necesidad urgente de mejorar la infraestructura escolar y permitir un ambiente adecuado para el aprendizaje y el desarrollo integral de los estudiantes. “Es una escuela fantasma”, concluyó Susana, destacando la falta de atención y respuesta a los problemas que enfrenta la comunidad educativa.