POSADAS. La polémica por el arbitraje del Néstor Pitana en el partido que Brasil le ganó este miércoles por la noche a Colombia en la Copa América sumó un nuevo capítulo con las amenazas recibidas en la casa del árbitro internacional argentino en Posadas.

Después del pedido de “suspensión” de Pitana por parte de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), se supo que el misionero recibió amenazas telefónicas en su domicilio de Posadas, donde se encuentran su esposa -Romina Ortega- y sus dos hijos.

De inmediato, Guillermo Marconi, titular del SADRA, gremio al que pertenece Pitana, se comunicó con las autoridades de la Secretaría de Gobierno de Misiones, que resolvió: 1) ponerle custodia de civil y un patrullero en la casa. 2) Hacer un monitoreo permanente a través de las cámaras de seguridad instaladas. 3) Que la esposa de Pitana no fuera a la Comisaría y que efectúe la denuncia en su domicilio.

Así que el día después del partido de la Copa América, la esposa y los hijos de Néstor Pitana están en su casa resguardados mientras él se mantiene en territorio brasilero.

La jugada de la polémica

La acción ocurrió a los 32 minutos del segundo tiempo, cuando Neymar quiso lanzar un centro al área. La pelota le pegó a Pitana. Le quedó a Paqueta y éste se la dio a Renan Lodi, quien tiró el centro que terminó en empate por gol de Firmino. Hubo un gesto del misionero, al llevarse el silbato a la boca, que confundió a algunos jugadores colombianos.

De todas maneras, la aplicación de la regla fue correcta, porque se establece que si la pelota permanece en poder del equipo que la tenía y no cae en situación de ataque prometedor, se debe seguir sin dar el pique a tierra.

La Federación Colombiana pidió la suspensión de Pitana tras el partido.