Taxistas reclaman al HCD, un incremento del 20% en el servicio de taxis

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un grupo de taxistas autoconvocados presentaron una nota ante la Comisión de Transporte del Concejo Deliberante de Posadas, exigiendo que el valor de la bajada de bandera ascienda a 36 pesos. Señalaron que desde 2017 vienen con un atraso tarifario porque los ediles de Posadas, no están cumpliendo con el “acuerdo tácito” de reactualización de tarifas cada 6 meses.[/vc_column_text][vc_column_text]POSADAS. Una protesta de taxistas autoconvocados se hizo sentir este lunes en el Concejo Deliberante posadeño, en el marco de la puja por un incremento en las tarifas, del orden del 20%. Según un vocero de los autoconvocados, “no se trata de una protesta política” en pleno año electoral, sino que llevan adelante un reclamo por la pérdida de rentabilidad y por el incumplimiento de un “acuerdo tácito” con los ediles, para que se revean las tarifas, cada seis meses.

“No somos formadores de precios, nos suben los insumos, repuestos y combustibles. No queda otra alternativa. No podemos trabajar sin rentabilidad”, dijo el vocero al tiempo que denunció que hay un atraso en el valor de la bajada de bandera y de las fichas, que data de 2017, cuando no se concretaron dos actualizaciones.

“Había un acuerdo tácito para rever la tarifa cada seis meses, más aún cuando hay inflación”, aseveró el taxista, para quien el incremento debería ser del 50%, acorde al porcentaje de inflación que se registró en 2018.

En concreto, los autoconvocados presentaron una nota a la Comisión de Transporte del HCD, exigiendo una bajada de bandera de 36 pesos y una ficha de 36 centavos, es decir, un 20% por encima de los valores vigentes de 30 pesos y 36 centavos respectivamente.

“No es un reclamo político, hace más de un año y medio que no tenemos rentabilidad”, aseguró el taxista, en el marco de un reclamo que es propiciado especialmente por las cámaras empresarias y los propietarios de las licencias.

Es que con la suba de la ficha, sube también el alquiler del coche y las ganancias diarias. Así pues, son los peones los que se ven perjudicados con los incrementos: baja la cantidad de pasajeros diarios y, en paralelo, sube el alquiler de los coches.

Desde luego, para los empresarios no se puede trabajar sin rentabilidad. Pero dentro de esta lógica, no es un problema de los dueños de las licencias, si la actividad es o no rentable para el peón de taxis. O si este debe autoexplotarse hasta el límite de lo humanamente soportable para llevar algo de dinero a sus familias.