POSADAS. En el Día del Linfoma, la responsable del Servicio de Hematología del Hospital Madariaga, Dra. Haydee Bernard, brindó detalles sobre el grupo de enfermedades en las que se distinguen los grupos Hodgkin y no – Hodgkin, y en la que actualmente, no hay estadísticas completas en la provincia y a nivel país.

En diálogo con el programa “Previa Informativa” de MisionesCuatro, Bernard destacó la importancia del diagnóstico temprano para contar con mayores chances de recuperación, al tiempo que remarcó que diagnóstico y tratamiento de los linfomas Hodgkin y no – Hodgkin “son diferentes. Hay un montón de distintos tipos de linfomas”, subrayó.

Algunos síntomas a tener en cuenta para la consulta médica

Es una “enfermedad que afecta a los ganglios y al sistema linfático, que tiene que ver con el sistema hematopoyético y nuestras defensas. Cuando hay aumento de tamaño del ganglio, hígado o bazo, uno podría pensar en una enfermedad de este tipo”, puntualizó Bernard, aunque aclaró que es una inflamación particular. “No es cualquier ganglio. Duran un tiempo, más de cuatro semanas, son dolorosos, pero no tanto como cuando hay infecciones”, explicó Bernard, dejando en claro que enfermedades como la mononucleosis, pueden causar síntomas similares en lo que respecta a los ganglios.

Para obtener un diagnóstico, se debe realizar una biopsia de la zona afectada. “Hay otros estudios para localizado, tomografía, ecografías y radiografías”, detalló Bernard, añadiendo que los estudios de laboratorio, también son claves para determinar la presencia de un linfoma.

Además, de la inflamación de ganglios, pueden presentarse “fiebre por la tarde, una fiebre que moja la cama, pero no descompensa al paciente, pérdida de peso y prurito o comezón constante. Esto obliga a ir al médico clínico y con estudios de laboratorio, lo va a derivar al hematólogo u oncólogo”, comentó la médica.

La importancia del diagnóstico temprano

Consultada sobre la posibilidad de la prevención, Bernard insistió en que resulta muy compleja. “Algunos cuadros infecciosos predisponen, y algunos agentes lo predisponen, pero cuando llega un paciente con linfoma, no podemos decirle de dónde vino. Es muy difícil de prevenir, pero hay que estar alerta para conseguir un diagnóstico precoz”, enfatizó Bernard.

En esta línea, la médica remarcó: “Con un diagnóstico temprano, voy a poder curar al paciente, a menos que sea un caso muy agresivo. Puede ir de un linfoma indolente, que no requiere tratamiento hasta los de quimioterapia intensa y rescates con trasplante de médula ósea”, describió la médica.

Sin estadísticas completas en Misiones y en el país

Respecto de la incidencia de esta enfermedad, Bernard admitió que faltan estadísticas precisas a nivel nacional y provincial. “Las estadísticas son escuetas. El registro argentino de linfoma está en curso. Pero hay una incidencia de 1 (caso) en 300 mil. No tenemos estadísticas en la provincia, pero tenemos entre 40 y 60 pacientes diagnosticados por año”, detalló.

“Los linfomas de Hodgkin que son los que tienen un 80% de posibilidades de curación”, resaltó Bernard ante la consulta sobre la edad en la que suelen aparecer los linfomas. En este caso “tienen dos picos, a los 16 y a los 60 años. Los no Hodgkin son más frecuentes en la población adulta, a partir de los 20 años”, precisó.

“Una vida muy sana, haber sido cuidadoso con su estado físico y mental, eso va a determinar a si el paciente va a adherir a un tratamiento”, dijo Bernard, poniendo de relieve que el tipo de linfoma también incide en las posibilidades de curación. “Los linfomas de no – Hodgkin de alto grado, son los más agresivos, y en un 60% responden a la terapia”, concluyó.