Doztal comenzó expresando limitaciones personales debido a razones de salud que le impiden unirse activamente a la movilización de los docentes misioneros. Sin embargo, destacó el despertar de la comunidad educativa, afirmando que finalmente dejaron de ser pasivos frente a las condiciones salariales y laborales.

Resaltó el esfuerzo de los manifestantes y reflexionó sobre su extensa carrera como docente, que abarcó 43 años en varias localidades, incluyendo Corpus, Roca y San Ignacio, donde se jubiló en una escuela de jornada extendida. Hizo hincapié en la importancia del personal docente para el funcionamiento de las escuelas, lamentando la falta de apoyo material por parte de las autoridades educativas.

Doztal subrayó la importancia de apoyar a los docentes en su lucha, llevando donaciones de alimentos al acampe y prometiendo esfuerzos adicionales para recaudar más ayuda, especialmente en San Ignacio, su comunidad de origen.

En cuanto a las demandas salariales, Doztal enfatizó la dificultad de vivir con un salario insuficiente en la región, señalando que incluso los gastos básicos como el transporte representan una carga significativa para los docentes.