“Esto no fue un accidente, fue un asesinato por la forma en la que falleció mi hija”, afirmó, describiendo el dolor y la indignación que siente. “Un asesino al volante se llevó a mi hija por delante y no le dio oportunidad de defenderse”, agregó, subrayando la gravedad del incidente.

La madre de Dana expresó frustración por la lentitud del proceso judicial: “Tenemos pocas noticias, todo es muy lento”. Sin embargo, señaló la importancia de la paciencia: “Tenemos que saber esperar”.

En su búsqueda de justicia, la familia ha tomado medidas adicionales: “Presentamos nuestra pericia para no quedarnos con la pericia de la justicia”. Este paso demuestra su determinación para asegurarse de que todos los aspectos del caso sean considerados.

“Queremos una condena”, declaró Olivera, enfatizando la necesidad de una resolución judicial que haga justicia a la memoria de su hija. A pesar de la lentitud del proceso, mantiene la esperanza: “Confiamos en la justicia y sabemos que el juez pronto tendrá una noticia buena para nosotros”.