Lucas Vargas, un obereño y actual jugador de Atlético Posadas, junto a su hija de 10 años, Julia, jugadora del equipo juvenil de Mitre en Posadas, expresaron su amor por el deporte y cómo este ha fortalecido su vínculo familiar.

“Desde chica ella siempre estuvo al lado mío en los equipos. Tengo una escuelita en Oberá y ella fue la primera alumna. Juega en todos lados al fútbol”, comentó Lucas con orgullo. Además, mencionó a su hijo Lolo, quien también sigue los pasos familiares en el fútbol.

Hablando de su presente en Atlético Posadas, explicó: “Entrenamos todos los días, tenemos un buen grupo. Perdimos el fin de semana, pero son cosas de partido. Nos descuidamos seis minutos y Crucero nos metió dos goles. Cambiamos el chip para revertir la situación y jugamos el próximo lunes con Colectivero”. Destacó el trabajo en equipo y el esfuerzo constante para corregir errores y mejorar el rendimiento.

Lucas también se refirió a la evolución del club: “Volví ahora y veo muchos chicos, hay un buen semillero en el club y se está entrenando bien con un buen profe. El club está cambiado y estamos tirando para el mismo lado”. Reconoció el papel de los jugadores experimentados, como Morcillo, Cabral y De Filippi, en enseñar a los jóvenes la importancia de la disciplina y la constancia en los entrenamientos.

Por su parte, Julia Vargas, una talentosa joven futbolista, expresó su admiración por su padre: “Soy fan de mi papá y lo sigo a todos lados. Le digo a mi papá que voy a jugar en River”. Julia se siente cómoda jugando en el equipo juvenil de Mitre, especialmente en la posición de delantera por izquierda en fútbol 11, su formato preferido.

“Estamos en un torneo de futsal y estamos terceras”, señaló Julia, destacando el aprendizaje continuo bajo la guía de la profesora Karina. La joven jugadora se muestra entusiasmada por seguir creciendo en el deporte y alcanzar sus sueños.