Según los informes, ambos vehículos colisionaron frontalmente, resultando en daños materiales, pero sin dejar personas lesionadas. La rápida respuesta de las autoridades y el cumplimiento de las normas de seguridad ayudaron a evitar consecuencias más graves.

Se solicitó la realización de pruebas de alcoholemia a ambos conductores como parte del protocolo estándar en estos casos, con el objetivo de determinar si el consumo de alcohol estuvo involucrado en el accidente.